Monday 22 June 2020

Lenguaje no-binario: Dificultades en la traducción EN>ES

Sol Tovar

They? ¿Ellx? ¿Elle? Al traducir del inglés al español un texto en lenguaje no binario, pueden surgir varias dificultades. Esta es mi experiencia.








Recientemente me he incorporado a un proyecto de traducción como voluntaria. El producto final de este proyecto es una traducción y localización de un material que aborda cuestiones de género, discriminación y derechos humanos. Estoy convencida de que el fruto de este trabajo tendrá un impacto positivo en las vidas de muchos, muchas y muches jóvenes en países de habla hispana.

La traducción de este texto nos ha interpelado profundamente y a partir de esto nos hemos planteado varias preguntas. La primera de ellas es: ¿cómo escribir en lenguaje no-binario en español? Hay varias formas de circunnavegar esta situación. Una es acudir a frases como 'las personas que están participando' o 'quien esté participando'. Si bien se torna tedioso cuando tenés que referirte a este grupo de personas varias veces en el texto, tiene como veta positiva el no mencionar el género de estas personas. Esta solución es la que Ártemis López denomina "lenguaje no-binario indirecto". Dentro de las opciones disponibles es la que considero más "ni fu ni fa". No causa ningún revuelo, no cambia ningún paradigma, pero es segura y entendible por el 100% de la sociedad.

Fuente: Freepik
Otra forma de encarar la situación es utilizar lo que López llama 'lenguaje no-binario directo'. Aquí es cuando se pone jugosa la cosa. Este es el punto en el que nos peleamos con la RAE, quien en su Informe de la Real Academia Españolasobre el lenguaje inclusivo ycuestiones conexas dice que el uso del masculino genérico es inclusivo... Páginas 5 y 6, por si les pica el bicho de la curiosidad. Nuestro grupo considera que es necesaria otra opción, así que desplegamos el menú de pronombres y nos ponemos a pensar cuál usar. Esto nos lleva a pensar en qué factores consideramos necesarios:
  • La inclusión de personas cuyo género no se corresponde con el masculino o el femenino.
  • La posibilidad de pronunciar los pronombres y las terminaciones con marca de género de los adjetivos y sustantivos que utilicemos.
Esto nos llevó a una de las 'subversiones lingüísticas del español', como Mariel Mercedes Acosta Matos (2016) las llama. Decidimos elegir 'elle', y la -e como 'morfema de género inclusivo' en adjetivos y sustantivos. La -e es un morfema que ya se encuentra incorporado en varias palabras de género no marcado del español. Además, el hecho de que las terminaciones en -e ya existen en varios casos en sustantivos que designan a personas y que exhiben ambos géneros gramaticales normativos del español (el estudiante / las estudiantes) hace que los nuevos sustantivos neutros terminados en -e sean fáciles de procesar como tales.

Esto presenta grandes ventajas ante el uso de otros neo-morfemas de género no-binario en el español, como -i o -u. Son contados los sustantivos que designan personas terminados en -i o -u (el/la saltimbanqui, el/la zahorí, el/la mariachi, el/la zulú). Es por eso mismo estas terminaciones serían más difíciles de incorporar al lenguaje en uso. De todos modos, el uso de la -e no es perfecto y se han marcado varios puntos en contra, como el hecho de que varios sustantivos masculinos terminan en -e y que el uso del artículo 'le' podría generar oraciones extrañas como 'le niñe le habla a le maestre' en donde aparece el pronombre 'le' del objeto indirecto, o generar oraciones que parecerían sufrir de leísmo (el uso de 'le', pronombre del objeto indirecto, como pronombre del objeto directo) 'yo le vi (a elle) en la calle'.

Si bien hay sustantivos que designan a personas en español que terminan en -e y son masculinos, mientras que la versión femenina termina en -a (el jefe, la jefa), también hay palabras terminadas con -a que son tanto masculinas como femeninas (el artista, la artista). Por lo tanto, podemos decir que siempre hay excepciones a la regla. Si la normativa pasara a ser: masculino = -o, femenino = -a, neutro = -e, estos casos de masculinos terminados en -e serían otra excepción de la regla, como los masculinos terminados en -a, y los femeninos terminados en -e.

En cuanto a los pronombres le/les del objeto indirecto, estos pasarían a ser también los objetos directos del neutro y eso es completamente natural. Los sistemas pronominales son sistemas de tendencia cerrada, ya que la incorporación, eliminación y reestructuración de elementos toma más tiempo que la incorporación de nuevos elementos a las categorías de palabras abiertas (verbos, adjetivos, sustantivos, adverbios). Si los cambios se dan en los elementos que ya son parte del sistema, la incorporación es más fácil. Un claro ejemplo es 'vos' que pasó de ser 2ª persona del singular formal a informal. Por lo tanto, la aparición de un nuevo género en el sistema pronominal va a tender a adaptar elementos que ya aparecen en el mismo. Esto lo podemos ver en otros idiomas, como el inglés, donde el uso del 'singular they' ha predominado sobre nuevos pronombres como 'ze/zir'.

Es importante también tener en cuenta que si bien el español presenta estas dificultades en la traducción de textos que incorporan lenguaje no-binario en el inglés, nuestro idioma tiene una característica que nos permite en muchos casos evitar mencionar el género de la persona a la que nos referimos: el sujeto tácito. Esta característica de nuestra lengua, inexistente en el inglés y en otros idiomas, nos permite también generar textos sin referencia de género, de una manera quizás menos revolucionaria pero igualmente efectiva y más extensamente aceptada.

Considero también interesante incorporar estas formas en contextos que normalmente son reticentes al uso del llamado 'lenguaje inclusivo', alegando 'indoctrinación'. Existen formas de no utilizar el masculino singular o plural. En vez de "los alumnos deben vestir uniforme", se puede decir "cada estudiante debe vestir uniforme". En vez de "los profesores están a cargo de tomar asistencia", se puede decir "el cuerpo docente está a cargo de tomar asistencia". Esos son pequeños cambios que son posibles y además aceptados por la RAE. ¿También se opondrán a esto les puristas del lenguaje?

Hay una frase, atribuida a Desmond Tutu, un teólogo y clérigo anglicano sudafricano conocido por su trabajo en pos de los derechos humanos que dice: “Language is very powerful. Language does not just describe reality. Language creates the reality it describes.” / “El lenguaje es muy poderoso. El lenguaje no sólo describe la realidad. El lenguaje crea la realidad que él describe”. Todos, todas, todes sabemos que el lenguaje es poderoso. Por eso da miedo el cambio. Por eso hay tantas trabas.

Las vidas de la gente no cambian por aceptar 'almóndiga' en el diccionario. Esa es la razón por la que la RAE no duda en estos casos, que a varias personas nos parecen ridículos. Sin embargo, aceptar la existencia de 'elle' le da poder a la gente. Le da entidad a las personas de género no-binario. ¿Será por eso que tanto le cuesta a la RAE aceptar que la gente usa este pronombre?

Sol Tovar / Author & Editor

Freelance EN-ES Translator, EFL Teacher, Profesora de ELE.

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